domingo, 20 de julio de 2008

ENTRE PRODUCTORES Y PREDADORES Filosofía del conflicto

“¿Podrán aprender que la vida, el trabajo y la producción,
y no la muerte, la burocracia y los impuestos, son los tres absolutos
que constituyen la base del código moral?” G. Andreau

El primer derecho en la Tierra es el derecho a la libertad, a ser uno mismo y a ser dueño del fruto de nuestro trabajo.

Detrás del concepto de Bien Común nos han formado desde la más tierna infancia para que cedamos nuestra libertad y nos entreguemos a la esclavitud voluntaria detrás del gobernante patriota.

Si la esclavitud física es repulsiva ¿cuánto mas repulsiva es la esclavitud del espíritu conseguido mediante el proceso de educación? El esclavo conquistado tiene un vestigio de honor, tiene el merito de haber resistido y de considerar que su condición es mala. Pero aquel que se esclaviza voluntariamente en nombre del amor a la patria y el amor a los demás queda transformado en la más baja de las criaturas. Degrada la dignidad humana y degrada el concepto del amor.

Los nuevos políticos y sus ejércitos son los parásitos, son los que viven del fruto del trabajo ajeno, son la nueva oligarquía, son los nuevos amos de estos modernos esclavos. El parásito se vale del altruismo y del patriotismo como arma de explotación e invierte los principios morales del género humano.

A los hombres se les ha enseñado que la virtud más alta no es crear, sino dar. Sin embargo, no se puede dar lo que no ha sido creado. La creación es anterior a la distribución, pues, de lo contrario, no habría nada que distribuir. La necesidad de un creador es previa a la de un beneficiario. No obstante, se nos ha enseñado a admirar al parásito que distribuye como regalos lo que no ha producido. Se nos ha enseñado a despreciar al empresario generador de riqueza.

“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino del Señor” (Lucas18:25). En aquella época no existía la burguesía creadora de riqueza, los ricos -como hoy en la argentina- eran los políticos y los amigos del poder, a ellos se enfrentaba Cristo.

El relativismo moral dio vuelta todos los paradigmas de la historia. Se dice que Robin Hood combatió contra gobernantes avarientos, devolviendo el producto de su botín a los robados, pero ese no es el significado de la leyenda que sobrevivió. Se lo recuerda NO como el campeón de la propiedad, sino como el campeón de los necesitados, NO como defensor de los robados, sino como el amparo de los pobres. Tal es el horror que Robin Hood inmortalizó como ideal de justicia. Lo mismo ocurrió entre el Cristianismo y su interpretación Católica, entre la Argentina Republicana y la Patria Justicialista, entre el Derecho y su interpretación en las Leyes.

Encontramos virtud en el abandono y en la pobreza y vicio en la creación y en la riqueza. Esta es la subversión de valores que encontramos a cada paso en las escuelas, en las universidades, en la prensa y en la iglesia, esto nos conduce a la pobreza y ala violencia de la desintegración.

Cuando se agrego la monstruosa idea de que el hombre debe encontrar felicidad en el sacrificio, la trampa quedo sellada. El hombre se vio forzado a aceptar el masoquismo como su ideal, con el sadismo como alternativa. Este es el fraude mas terrible que se ha perpetrado en contra de la humanidad. Este es el artificio por el cual la esclavitud y el sufrimiento se perpetraron como fundamentos de la vida.

La barbarie es el “hombre lobo del hombre” es la relación amo-esclavo o parásito-trabajador. La civilización es el proceso que consiste en la privacidad, en liberar al hombre del hombre, es el Imperio del Derecho que protege las libertades individuales. Ahora miren los resultados de una sociedad basada en la privacidad, en el individualismo, en la libertad individual. Miren Argentina 1853-1930 el país más noble, el de más alto crecimiento, el país de los mayores logros y mayor libertad. Se basó en derecho del hombre a la búsqueda de la propia felicidad. Su propia felicidad, no la de alguna otra persona. Un motivo privado personal, individual.

Miren los resultados. Pensemos en nuestros abuelos que llegaron a estas tierras huyendo de la esclavitud para ser libres, para ser dueños del fruto de su trabajo; vean dentro de sus conciencias. Este es un conflicto perenne; así cayo una civilización tras otra. La ética intervencionista del parásito, del político burócrata; el antiguo monstruo se ha liberado y ataca a diestra y siniestra. Nos ha conducido a un nivel de indecencia intelectual nunca igualado en el mundo. Ha alcanzado una escala de horror sin precedentes. Ha envenenado a cada mente. Se ha tragado a la Argentina y a la mayor parte de Europa. Se esta devorando a los Estados Unidos.

Los parásitos saqueadores – y sus victimas los esclavos – no logran percibir la directa relación que hay entre su próspera y creciente riqueza y los niños desamparados en las calles, entre el aumento de la burocracia y las fábricas que se cierran, entre el aumento de impuestos y el aumento del nivel de corrupción, entre el aumento del gasto público y la degradación del espíritu humano, entre la redistribución del ingreso y la falta de justicia, entre la justicia social y la miseria y posterior violencia, entre el altruismo y la transferencia de recursos, entre el patriotismo y la destrucción del Imperio del Derecho, entre el Bien Común y la Barbarie.

No existe en el hombre tal cosa como el altruismo en el sentido de amor a la humanidad. La solidaridad y el altruismo son condiciones de orden limitado. El amor al prójimo se entiende en el sentido del cercano o conocido – amigo, pariente, etc. – por esto los políticos “solidarios y altruistas” se preocupan por el bien de sus sobrinos, amantes, hijos y de sus amigos mas fieles, haciéndolos compartir el botín mediante el crecimiento de la burocracia a su servicio, a la vez que los ayudan a vivir del fruto del trabajo ajeno y sin responsabilidad alguna. En el mismo acto, logran degradar y corromper su alma.

Somos victimas de la educación media clásica que nuestras universidades copiaron de Europa continental. En las universidades se formaron los parásitos saqueadores devenidos a gobernantes que son los causantes de este efecto mortífero.
A ellos no les interesa la creación, las ideas, el trabajo. Solo se interesan por la gente. No preguntan: “¿Es esto cierto?”, preguntan “¿Es esto lo que los demás creen que es cierto?”. No juzgan, repiten. No hacen, dan la impresión de que hacen. No crean, aparentan. No tienen habilidad, solo amistades. No tienen méritos, solo influencias. No les interesa saber, les interesa que los demás crean que saben.

¿Cuál es su objetivo en la vida? Grandeza, a los ojos de los demás. Fama, admiración, envidia; todo lo que procede de los demás. Los demás le dictan sus convicciones. No quieren ser grandes, sino que los demás crean que son grandes. Los parásitos engañan y mienten, pero conservan una fachada respetable. Ellos se saben deshonestos, pero los demás creen que son honestos. Buscan poder, para que los demás los adulen. Profesan el amor hacia los inferiores y se cuelgan de los menos dotados para establecer su superioridad por comparación. Son hombres cuyo único objetivo es conseguir poder o hacer dinero para ostentar, impresionar y que la fachada cubra la miseria y el vacío que esconden bajo su piel.

Ellos son los destructores de los productores y creadores, son los que subvierten valores morales y destruyen países y civilizaciones enteras. Son hombres sin rumbo. Poder sin responsabilidad. No están abiertos al diálogo. No se les puede hablar, y ellos no pueden oír. Cuando alcanzan poder se comportan como primates asustados. Atacan para no ser descubiertos. Gritan para que los demás crean que tienen autoridad. Detrás de cada acto necesitan una encuesta para ver si lo que dicen es lo que los demás quieren oír. No buscan soluciones, buscan culpables. Quienes no están con ellos son sus enemigos. Tienen un odio especial contra los creadores y emprendedores. Reconocen a los independientes enseguida. Por instinto. Saben que frente a ellos quedan al desnudo. Aceptan cualquier cosa menos a un independiente que los hiere porque ellos no existen en él y esa es la única forma de existencia que conocen. Consideran que el productor es culpable por definición. ¿A que nivel de degradación ha descendido la sociedad cuando condena a una persona porque crea riqueza?.

Se les enseña a buscarse a si mismo en los demás. Han sido educados durante siglos en la doctrina del altruismo, del patriotismo y del Bien Común como su ideal moral. Los hombres lo han aceptado de la única manera que podrían aceptarlo, buscando autoestima en los demás. Viviendo como parásitos mentales. Y esto abrió paso a toda clase de horrores.

Son dogmáticos, creen en una ideología y están persuadidos. Son fanáticos y no aceptan argumentación alguna. La duda es un acto de debilidad. La critica una inmoralidad. Son el máximo exponente de la Sociedad Cerrada. Son formados en las Universidades. Son los mejores exponentes de la Barbarie Ilustrada. No comprenden porque buscan la felicidad y nunca la encuentran, la buscan en el lugar equivocado: en los demás.

Por Guillermo Andreau

LA EDUCACIÓN PUBLICA NO LIBERA, ADOCENA; NO FORMA CIUDADANOS, GARANTIZA SUBDITOS.

No hay comentarios: