jueves, 22 de julio de 2010

“Nadie puede considerarse en nuestros tiempos hombre culto" si no ha leído la obra de George".León Tolstoi


FELICITACIONES!
Felicito al Blog por asumir la oportuna y relevante tarea de poner a disposición de todos los que asisten y navegan en la Red, la obra prima de Henry George (1839-1897), titulada "Progreso y Miseria". Obra insuperable por la profundidad de su contenido, la cuidadosa exposición de los razonamientos, la fundada y mesurada critica a los economistas más reconocidos de su época, la prolija indagación sobre la causa radical de las crisis económicas y del aumento de la pobreza justo cuando en el mundo comenzó a crecer modo increíble la riqueza. Un libro que se caracteriza por ser riguroso en la definición de los conceptos, forjados casi "more matemático" , construidos con las mas bellas y precisas palabras, para que esté al alcance de toda persona que supiera leer y escribir. Indispensable condición cuando lo que se pretende es formar una sociedad democrática ordenada por un derecho positivo acomodado a la realidad, forjado con la razón e inspirado en los más nobles ideales individuales y sociales. Como públicamente sostuviera León Tolstoi, “nadie puede considerarse en nuestros tiempos hombre culto" si no ha leído la obra de George. No era un elogio casual ni un acto de cortesía, sino de una advertencia muy seria y fundada. Trataba de evitar el desencadenamiento de la violencia que sacudió hasta sus cimientos a la sociedad durante el terrible siglo XX.

Lamentablemente este consejo no fue seguido. Y la estupida y repugnante guerra mundial de 1914, entre las muchas otras bárbaras secuelas, llevó a la desaparición pública de la obra de George. Ideólogos de corazón frio y cabeza calientes, cuando no descarriada, endurecieron el alma de los pueblos colocándolos al borde del colapso de la civilización. La obra de George quedo sepultada bajos los escombros provocados por la catástrofe producida por una legión de líderes de mentes ganadas por el odio, la falta de afecto por el projimo, manifiesto en su persecución al individuos y enaltecimiento de la “masa” que es la muerte de aquellos. Tras esta locura, la humanidad desoyó la recomendación de Tolstoi y no presto atención al "remedio" de George. Hoy, un siglo después, para nada se trata y profundiza su obra en vitales campos del orden socia: en la educación superior, en las asociaciones profesionales, en los partidos políticos y en los sindicatos de trabajadores y empresarios, principales interesados, pues fue para éstos que George agotó hasta el ultimo aliento de vida escribiendo y llevando su verbo a las principales ciudades del mundo.

Si Tolstoi estaba en lo cierto, visto este ocultamiento de la obra de George , la sociedad actual, sin excepciones de revelancia, padece de peligrosa grave incultura. Esta ignorancia, sin ser el única, es quizá el mayor obstaculo con que tropiezan los hombres de hoy para abocarse con acierto a la tarea de ordenar una sociedad de hombres libres, con iguales oportunidades para construir su propio destino y para construir una "civilización empática". Esto es, una civilización en que todos actuemos a partir de habernos puesto en el lugar de nuestros semejantes. Antes se la llamaba "civilización fraterna".

El Blog acierta de un modo digno de aplauso al asumir la tarea de hacer pública la obra de George, inexistente en plaza, y apenas oculta en algunas bibliotecas de polvorientos anaqueles. Contar con esta publicación importa mucho. No por ser, como lo es, base para ser un moderno culto, sino porque leyendo a George, el lector argentino descubrirá con asombro cosas que ignora: 1º) La necesidad - para salvar la democracia y establecer la justicia social – de sustituir el desmadre económico y social actual , que hunde a nuestra patria, para reemplazarlo por un orden económico que tome como "base y punto de partida" la libre decisión de los habitantes en todas las esferas de vida, de modo principal en la económica. 2º) Que la filosofía política, pulida y sistematizada por George en los 1870, es la misma que inspiró a los patriotas de la Revolución de Mayo de 1810, iluminó el pensamiento de Estaban Echeverria en "El dogma socialista" y el de Juan Bautista Alberdi en "Sistema económico y rentistitico para la Confederación Argentina", cristalizado en normas y principios claros en la Parte Primera, Derechos y Garantías, de la Constitución Nacional de 1853.

En los 1920 comenzó en la Argentina el "ninguneo" de Mayo y de George. El pensamiento de Mayo" dejo de ser agua viva para la ciudadanía y se seco en un oropel a festejar sin llamas en el corazón ni ideas en la cabeza. El pensar de Mayo y de George fue tapado por patológicas y reaccionarias ideologías populistas, colectivitas y totalitarias. Esto fue manifiesto a partir de los 1930 y perdura, disfrazado, en la actualidad. El pensamiento y el sentimiento argentino, fue cortado de sus raíces. En consecuencia el país fundado para ser el hogar de hombres libres dispuestos a vivir de su trabajo, ha perdido el rumbo. Deambula a impulsos de un electoralismo vacío y sin sentido. Por ello, volver al pensamiento de Mayo mediante el estudio de George, es la más relevante actualización que los argentinos debemos hacer con urgencia.
Hacerlo en el Bicentenario no es mera ocasión; es un deber.

PROGRESO Y MISERIA Texto completo

Buenos Aires, Julio 22 del 2010

Héctor Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA, Diputado Nacional (mandato cumplido)

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