viernes, 3 de septiembre de 2010

EL MODELO NEOLIBERAL DEL BICENTENARIO 2010

ARGENTINA
El país una vez constituido
“para todos los hombres del mundo que quieran habitar su suelo” (Preámbulo de la Constitución Nacional)

Raul Girbau, economista.

Ningún político, ningún representante de los trabajadores, ningún, empresario, ningún académico, ningún profesor, ni ningún ciudadano - en el año que se celebra el Bicentenario de la Revolución Mayo - ninguna persona de bien, puede leer las noticias que abajo se transcriben sin formularse este dramática pregunta: ¿En qué hemos fallado para que la promesa de la Constitución sea un imposible y en su lugar aparezcan noticias como las que abajo se transcriben?

Quien omita hacerse este interrogante o la responda con trivialidad considerando que esa “luz y sombra” en normal, carece de honestidad ciudadana y de sensibilidad humana.
Las noticias y fotos que siguen para nada son novedad. Son prueba manifiesta de la decadencia moral, política e intelectual en que estamos sumidos.

Vivimos un proceso de grave disolución social que está a la vista. Lo que nadie asume es que este degradante proceso de caída vertical deriva de un derecho positivo que ha hecho de la tierra un bien de comercio, igualándola a una silla, una mesa o una botella de vino. Este sistema alienta en todos nosotros el sordo afán de “especular con el don de Dios – la tierra – privando de ella a millones de personas dispuestas a vivir de su trabajo.

A ese régimen se le ha agregado lo que hace de él el más perverso de los sistemas sociales. Desde 1932 en Argentina trabajar e invertir, producir y consumir, es castigado por ley. El efecto lo tiene el lector en las noticias y fotos que siguen.
Pero no es el único efecto deletéreo. Ese régimen acarrea los males apocalípticos de los que todos nos quejamos y nadie adelanta una solución. Se llaman despilfarro estatal, el clientelismo político, sumisión política, autoritarismo centralista, coimas y contrabando, venalidad pública y corrupción.

Terminar con esta desgraciada situación solo le cabe a los argentinos, no importa su talante, condición o ideología política.
Buenos Aires, agosto 31 de 2010




Trepan los precios de los inmuebles, y caen los sueños de ser propietario
En los 4 meses, los precios de las unidades a estrenar crecieron hasta 2,5%, mientras que los valores de los usados alcanzaron una suba del 6% en el mismo lapso. Hace unos días se conoció el alza en los precios de la construcción; y de créditos hipotecarios, nada nuevo, nada bueno.

La casa propia, un imposible para 2011: Los valores de las propiedades crecerán hasta un 20%


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Para posponer aún más el sueño del hogar propio, el precio de los departamentos en Buenos Aires creció en los últimos 4 meses a un ritmo acelerado, con subas lideradas por el barrio de Palermo.
Según el informe sobre el sector inmobiliario elaborado por la Universidad argetina de la Empresa (UADE) mostró que, en agosto, las subas en Recoleta -en unidades nuevas- fueron de 1% respecto de la última revisión, del pasado abril. En Palermo, Belgrano y Núñez los incrementos fueron de 2,5%, 2,0% y 0,1%, respectivamente.
"En materia de departamentos usados y para una medición similar, la mayoría de los barrios observados experimentaron aumentos en sus precios", estableció el trabajo. En Recoleta, los precios crecieron un 2,7%. Palermo, por su parte, volvió a mostrar muy elevadas: 6%, siempre según la misma fuente.


En tres años se duplicaron los sin techo en la Capital
Lunes 30 de agosto de 2010 | Publicado en edición impresa Laura Rocha
LA NACION
En tres años se duplicó la cantidad de gente que pasa la noche en las calles porteñas. Según los censos oficiales, en 2006 había 700 personas, mientras que el año pasado el número trepó a 1400. Durante el último operativo por el frío, el 60 por ciento de las personas que usaron los paradores de la ciudad provenía de la provincia de Buenos Aires y del resto del país.
Según informaron en el gobierno porteño a LA NACION, la atención en la calle para personas que no tienen una vivienda aumentó notoriamente. "En la avenida 9 de Julio, sin contar el bajo autopista, hay muchas personas, se están empezando a consolidar pequeños asentamientos de no más de cuatro familias de cartoneros que, en general, durante el fin de semana vuelven a sus hogares", reconoció la ministra de Desarrollo Social porteña, María Eugenia Vidal. La funcionaria consideró: "La mayor parte de las familias que se instalan es de la provincia de Buenos Aires".
Una de las causas de este fenómeno, según indicó Vidal, fue el desmantelamiento del "tren blanco", que usaban los cartoneros para poder trasladar su recolección.
Respecto de los asentamientos en la plaza Lavalle y sus inmediaciones, indicó que durante este año se realizaron tres operativos. En el último, reubicaron a cinco familias. Según Vidal, sólo queda un grupo de hombres solos que no aceptan ayuda.
En la ciudad de Buenos Aires, los subsidios por emergencia habitacional también crecieron. Mientras en 2008 se entregaron 7000, el año pasado se otorgaron 8030. Cada subsidio, en promedio, es de 7000 pesos por familia.
La pregunta sobre si debe la ciudad de Buenos Aires seguir sosteniendo las necesidades de habitantes de todo el país tiene una respuesta oficial. Según Vidal, es necesaria una política coordinada con la Nación y la provincia de Buenos Aires en ese sentido.

La 9 de Julio, invadida por tolderías

Más de 140 personas viven en las plazoletas y veredas a lo largo de la avenida, entre otras zonas ocupadas; abusos de drogas y alcohol
Lunes 30 de agosto de 2010 | Pablo Tomino
LA NACION

Una fogata mitiga el frío de una veintena de personas en una de las plazoletas centrales de la avenida 9 de Julio, entre Viamonte y Córdoba, en pleno centro porteño. Allí, cuatro chozas, armadas con bolsas y viejos cartones sostenidos con hilos de nylon y alambres, forman parte de un campamento que hace más de un mes se instaló en esta zona muy transitada durante el día, pero donde, por la noche, domina la desolación y la inseguridad.
Hoy, a lo largo de la avenida 9 de Julio, existen varios puntos críticos donde grandes y chicos, incluso familias, han encontrado su lugar para vivir en precarias guaridas. Allí no sólo duermen, sino que también se alimentan y hasta se bañan, según contaron vecinos y comerciantes. Unas 140 personas se instalaron recientemente y pernoctan en toda la avenida, según relevó LA NACION en una recorrida realizada en los últimos días. Además, un centenar está instalado desde hace tiempo bajo la autopista 9 de Julio Sur, frente a la Plaza Constitución.
Un panorama similar se advierte bajo las recovas de la avenida Alem y de Hipólito Yirigoyen. En esta última se enrejó la parte del edificio de la AFIP para evitar la habitual instalación de homeless .
Las "ranchadas", como se autodenominan los distintos grupos que han ganado posición en diferentes puntos de la avenida 9 de Julio, llevan adelante distintas actividades: algunos limpian vidrios en los semáforos, otros cartonean, otros están a la expectativa de alguna changa y otros alimentan el ocio fumando o tomando alcohol.


El principal asentamiento, que no es nuevo, cuenta con precarias construcciones de hasta tres ambientes y está en uno de los laterales de la Plaza Constitución, debajo de la autopista 9 de Julio Sur. La ocupación comienza 200 metros antes de la estación y continúa hasta la altura de Brasil. Allí suele concentrarse hasta un centenar de personas.
Otro punto crítico está entre Tucumán y Lavalle, frente al hotel Panamericano. Ese espacio verde fue prácticamente tomado por cartoneros que acopian material reciclable y luego pernoctan allí.
"Hace más de un mes que están acá. A veces los sacan, pero vuelven. El problema es que dan un mal aspecto para el turismo, porque durante el día puede verse cómo se bañan", dijo el empleado de uno de los hoteles de la zona, que pidió resguardar su nombre por una cuestión de seguridad.
Entre Sarmiento y Perón, también hay otro campamento de personas que duermen bajo cartones en forma de carpa, precisamente en una zona que no está bien iluminada. Algunos comerciantes consultados por LA NACION indicaron que en la avenida 9 de Julio de noche se producen robos, especialmente en las zonas cercanas a los hoteles y en algunos semáforos.
"Aquí se vino a vivir la gente que antes estaba bajo la recova del ex edificio del Plata [Carlos Pellegrini al 200], que, con las reformas, ya no tuvieron más lugar para cobijarse", dijo un comerciante. Precisamente, frente a ese edificio, un grupo de cinco chicos no mayores a 15 años, escondidos en un juego de plaza, aspiraban pegamento en una bolsa de plástico.


Más campamentos
A lo largo de la 9 de Julio, se advierte que hay personas durmiendo bajo mantas. En total, el jueves por la noche se contabilizaron cuatro campamentos semiestables. Cuando LA NACION recorrió la zona, advirtió que unas 65 personas dormían o se aprestaban a pasar la noche allí en algún recoveco de las plazoletas.
Hay más: en Lima y la subida de la autopista Arturo Frondizi (hacia Avellaneda) una familia vive en un sector verde que incluso había sido cercado por la ciudad para evitar, precisamente, que personas sin vivienda se instalaran allí.
"Desde hace cuatro años que la gente se va renovando e instalando aquí. Es una costumbre, y nadie los puede sacar, contó un empleado de seguridad de canal 13, a metros del lugar en cuestión, en Constitución.
Durante el día, la imagen es similar, aunque con más movimiento. Desde las 8, las personas que pernoctan bajo la autopista empiezan a planear cómo se ganarán su plato de comida. Provistos de carros de supermercados salen a cartonear o a buscar algo que sirva para llevar a sus refugios.
En la zona de Tribunales sucede algo similar. Los hombres que pasaron la noche en las inmediaciones de la plaza Lavalle buscan alguna canilla pública para higienizarse. También aprovechan para lavar alguna prenda que dejan colgada al sol. Más tarde, buscarán algún método para sobrevivir un día más.
Pero no se trata solamente de personas sin techo. Las autoridades locales afirman que muchos cartoneros que usurpan calles tienen vivienda en la provincia de Buenos Aires.
La inseguridad en las inmediaciones de la 9 de Julio se percibe de día y de noche. A plena luz del día un fotógrafo de LA NACION fue víctima de ella frente al Teatro Colón. A pesar de la cantidad de gente que pasa por esa zona de lunes a viernes, punguistas arrebataron su equipo fotográfico. En la noche del jueves, se contabilizaron una decena de policías que custodiaban las plazoletas de toda la avenida.
Lo paradójico es que en el centro de la avenida más ancha del país está el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en el cruce con Belgrano. Si bien es el gobierno porteño quien debe asistir a las personas que viven en la calle en la ciudad, el edificio construido en el medio de la avenida funciona como una suerte de mirador preferencial de una situación que ha empeorado de manera notoria en los últimos tiempos.


Otro predio ocupado junto a la AU Illia

Cerca de la bajada de la autopista se instalaron familias desalojadas de la villa Nylon; se expande la 31 Lunes 30 de agosto de 2010

María Delia Pérez
LA NACION
Ya casi no hay tierras disponibles en las villas 31 y 31 bis, en Retiro, y la búsqueda de espacios se vuelve, entonces, una conquista. Los que pueden, gracias a cierta solvencia económica y alguna destreza en albañilería, construyen en la altura y "negocian" con los habitantes de las plantas bajas o del primero o segundo pisos, para edificar una pieza más arriba. Así, las construcciones ya alcanzan peligrosamente los cinco pisos.
Otros, muchos de ellos recién llegados, permanecen atentos a detectar cualquier centímetro libre para instalarse. Mientras tanto "alquilan" una habitación o consiguen que un familiar o amigo les preste una vivienda.
LA NACION recorrió la zona y comprobó un nuevo asentamiento ubicado junto a una de las bajadas de la autopista Illia, a la vera de la avenida que conduce hacia el puerto. El lugar, de no más de 100 metros cuadrados, es una franja de tierra en los límites de la 31 y 31 bis. Esa división sentó precedente para los habitantes de este nuevo asentamiento, que se agruparon allí.
Más cerca de la 31 bis, una mujer, a quienes todos llaman la "Señora", distribuye los terrenos (en su mayoría, de 3 metros por 2 metros) a ciudadanos argentinos. Del lado de la 31, en cambio, los habitantes son inmigrantes de origen paraguayo.

1 de 11 - Un nuevo asentamiento se está formando muy pegado a la autopista Illia, es un lugar muy peligroso por la cantidad de autos y camiones que pasan hacia Puerto - Foto: LA NACION Marcelo Omar Gómez

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