sábado, 30 de octubre de 2010

"MIENTRAS HAY MUERTE HAY ESPERANZA"


El JUSTICIALISMO Vs. LA REVOLUCIÓN DE MAYO DE 1810

La apropiación privada de la renta publica es la base del sistema jurídico Romano generador de todas las injusticias y desigualdades, creando una sociedad de clases, conduciendo a los grupos sociales al estado de barbarie y su correspondiente desintegración.

Renta pública: es el aumento del valor de la tierra que se produce, no, como fruto del trabajo de su propietario, sino como consecuencia del aumento de las demandas sociales.

La ley mosaica vino a poner fin a este eterno conflicto y en el Levítico 25 dice Jehová: “La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois parta conmigo” (25:23). Por lo tanto, en toda tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate (renta) por la tierra".

Hay un medio para asegurar los derechos iguales de todos, no dividiendo la tierra en pedazos iguales, sino tomando para uso de todos, aquel valor que se adhiere a la tierra, no como el resultado del trabajo individual sobre ella, sino como resultado del aumento de población y del progreso de la sociedad. Por ese medio todos estarían igualmente interesados en la tierra de su país nativo. Si uno utilizaba un pedazo de más valor que su vecino, pagaría un impuesto más pesado. Si no usaba tierra directamente, aun así sería un igual partícipe en la renta. He aquí el camino sencillo.

El Cristianismo primitivo quiere hacer carne este mandato de la ley mosaica bajo la dominación romana de sus territorios y el Catolicismo trata de universalizar este concepto, es decir, que el nuevo orden jurídico se expanda por todo el Imperio Romano.

La revelación cristiana era la doctrina de la igualdad humana, de la paternidad de Dios, de la igualdad de los hombres. Minaba en su misma base aquella monstruosa tiranía del sistema juridico romano que tenía opreso al mundo civilizado; rompía las cadenas de los cautivos, las argollas del esclavo; y terminaba con aquella monstruosa injusticia que permitía a una clase despilfarrar los productos del trabajo ajeno, mientras aquellos que trabajaban apenas podían nutrirse.

Aquel movimiento de reforma social fue sofocado y pervertido su mensaje en favor de una religión de sometimiento al orden jerárquico romano estatuido.

Este principio de orden social renace recién en el Siglo XVII de la mano de los jesuitas, la Escuela de Salamanca y la Fisiocracia y será la base intelectual de las grandes revoluciones: la inglesa, la americana, la francesa y las revoluciones latinoamericanas de 1810.

En esta oportunidad la contrarreforma vino de la mano de la Codificación del Derecho, que reinstalo el puro derecho romano, mediante el sistema canónico, que luego seria sostenido por un "nuevo liberalismo" que eliminaría a la tierra, como centro de los recursos del estado, reflotando el antiguo sistema tributario esclavista romano, que hoy denominamos NEO LIBERALISMO.

La tensa situación creada por el perverso sistema jurídico dominante, fue intentado revertir en 1912 por el presidente Roque Sáenz Peña que junto con su ley de sufragio universal, mando la "ley de reforma tributaria" que lograría terminar con la injusticia reinante y que daría base sólida a la democracia. La ley de reforma tributaria -consensuada con H. Irigoyen- nunca fue sancionada y sin ella la democracia seria explosiva.

A mediados del Siglo XX Perón no pudo, no supo o no quiso poner de pie al sistema rentístico de recursos del estado del cristianismo primitivo y de la Revolución de Mayo según su Constitución de 1853 y a cambio sanciona la "ley de congelamiento de alquileres y arriendos" que mitiga la injusticia causada por la apropiación privada de la renta publica y por un tiempo, genera una enorme clase media que con su consumo generaría una gran transformación de la sociedad argentina. A este Movimiento se lo llamo "justicialismo" por venir a terminar “momentáneamente” con una injusticia de base generada por el sistema jurídico romano que promueve y permite la apropiación privada de la renta publica, realzando el robo y el latrocinio político como fuente genuina de la propiedad, mientras socializa el esfuerzo de los trabajadores con impuestos, que degradan la propiedad sagrada del trabajo hasta hacerlo digno del esclavo.

El justicialismo en todas sus vertientes: peronistas, radicales, menemistas y kirchneristas; han mediante leyes positivas, intentado corregir las deformidades del sistema, pero no ha solucionado el problema de base que genera desigualdad y su correlativa violencia.

Los chacales y las hienas de todos los partidos políticos han cambiado las leyes, para que no cambie el sistema jurídico vigente, es decir, han hecho gatopardismo, "cambiar todo, para que nada cambie".
La oligarquía terrateniente argentina debería hacerle un monumento al Presidente Kirchner ya que les ha permitido quintuplicar su fortuna sin trabajar durante su periodo de gobierno -como Kirchner quintuplico la suya- gracias al aumento del valor de la tierra. Esta enorme ganancia de los ricos es soportada por los trabajadores con extenuantes impuestos y altísimos alquileres que los arrastran a la villa miseria y a su propia agonía.

Mientras el hombre no conozca cual es el origen de los recursos del estado, para una sociedad de hombres libres, igualitaria y fraternal, nuevas incertidumbres sucederán a las antiguas y despues de un tiempo y entre mil incertidumbres volvera a ser su suerte, mudar de tiranos sin destruir la tiranía.

"Mientras hay muerte hay esperanza"... “Porque acabados los Gatopardos y los Leones -los Belgranos, los Rivadavia y los Alberdis-, ya no habría más que chacales y hienas -los Mitre, los Perón, los Alfonsin, los Menem y los Kirchner- y todos nos creímos la sal de la tierra.”. Giusepe Tomasi di Lampedusa "El Gatopardo"

“SER O NO SER” el dilema de Cristina Fernández de Kirchner

Kirchner comienza a agonizar con el voto no positivo al aumento de los impuestos, confirma su muerte la derrota en las elecciones testimoniales; nace un hombre nuevo que con la ley de comunicación audiovisual con la que rompe lanzas con sus antiguos socios y amigos las hienas y los chacales.

Cristina ha denunciado recientemente próximos enfrentamientos medievales el lo mejor del Siglo XXI. Cristina sabe que la inflación ha terminado de secar a las clases bajas como el sol de verano a la hierba; pronto ni los 180$ de la asignación universal por hijo será suficiente para contener a las hordas acantonadas.
Cristina tiene la oportunidad de terminar con el neoliberlismo reinante en su gestión, impulsando una ley de reforma tributaria que termine con el perverso sistema vigente y abrace el sistema económico y rentístico de recursos del estado de la Constitución de 1853 inaugurando una etapa noble que haga carne los sueños de liberad, igualdad y fraternidad de la inconclusa Revolución de Mayo de 1810.

QUE DIOS ILUMINE A CRISTINA

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