viernes, 18 de marzo de 2011

LA ECONOMICA NEO-CLÁSICA, UNA ESTRATAGEMA CONTRA LA CIENCIA ECONOMICA


RAUL GIRBAU, economista

Brillante y categórico el pensamiento del economista y politicólogo español VICENÇ NAVARRO. Para confirmar su acerada critica nos permitimos poner en conocimiento de los seguidores de este Blog, lo que en la misma dirección y con abundancia de material probatorio, publicaran en 1994 los economistas Mason Gaffney (estadounidense) y Fred Harrison (británico) en magnifico libro. En detallado examen ambos autores revelan que la doctrina de Henry George fue literalmente sepultada por los intereses creados, especialmente en los EEUU, a fin del Siglo XIX, tras la muerte del lúcido autor de "Progreso y Miseria”.
George con su pensamiento certero, fundado en la contemplación de los hechos que tenia ante si, sin prejuicios ideológicos, logró dos objetivos simultáneos.

Por una parte remataba la obra de la Escuela Clásica, poniendo de relieve el carácter fundamental del derecho individual de acceso a la tierra y la naturaleza social de la renta del suelo; renta con la que se debía afrontar la satisfacción de los bienes públicos, disposición que demandaba la simultánea eliminación de los impuestos.

Por otro lado ponía en evidencia los yerros de la doctrina marxista. No debe olvidarse que Karl Marx puso sus ojos en la “plus valía” del capital, sin parar en mientes en la singularidad de la renta del suelo. Identificaba (como hacen hoy los neoclásicos), tierra con capital. Cuando advirtió su falencia ya era tarde. Sus escritos reconociendo la singularidad de la renta del suelo ya no encajaban a la luz de lo dicho en su primer tomo. Este y no sus escritos póstumos fue el catecismo del socialismo autoritario.

Los escritos de Marx sobre la tierra y su renta no se publicaron durante su vida. Fueron recopilados y publicados después de su muerte, cuando ya el Manifiesto (1848) y sus teorías anticapitalistas, habían prendido en los corazones del proletariado europeo.

Este fenómeno, dicho sea de paso, produjo un llamativo y terrible efecto histórico de vastas consecuencias aun hoy. Los amantes del capitalismo – versión escuela Neoclásica – y los seguidores del socialismo, que tanto se diferencian en muchos puntos, son aliados en el mas importante fundamento de la economía privada y publica. No se ocupan del recto destino de la renta del suelo.

Los motivos de esta coincidencia son distintos. Pero ella se da en dos puntos:
a) en ignorar el derecho de todos y cada de uno de los seres humanos a acceder en forma libre a los recursos naturales y
b) el derecho de la sociedad civil a recaudar la renta del suelo para afrontar el gasto público.
Extraño e impensado resultado que ha colocado a la humanidad hasta ahora en un aparente callejón sin salida. Pues si el “capitalismo no funciona, el marxismo non va”, como en los 1980, en un Congreso internacional, me susurrara al oído un economista del otro lado de la Cortina de Hierro, ¿Quo vadis dómine?

Por eso conviene en este Blog recordar las palabras iniciales del economista Mason Gaffney en la obra escrito con Fred Harrison, las que anticipan y avalan a la categórica descripción de Navarro que motivan este comentario.
Asi comienza el ensayo de Mason Gaffney:

“La economía neoclásica es el idioma de la mayoría de los que participan en el discurso económico de hoy. Es el paradigma que arruina las tiernas mentes de los jóvenes. Además impide el florecimiento del pensamiento sembrado por los fundadores de la ciencia económica, los que son presentados como simples decorados en un jardín ornamental.

La economía neoclásica tomó forma hace unos cien años atrás, cuando Henry George y sus propuestas de reforma eran un peligro político claro y presente y, a la vez, un reto para el establecimiento en el mundo de un nuevo pensamiento en materia económica.

Pocas personas son concientes hasta qué punto los fundadores de la economía neo-clásica han cambiado la disciplina con el expreso propósito de desviar George y evitar que los futuros estudiantes de economía conozcan sus argumentos.

La estratagema fue semántica: destruir las mismas palabras en las que George se expresaba. Simon Patten lo expuso de manera sucinta. Nada agradaría más a un contribuyente que utilizar las teorías sobre el `single tax´ (una sola contribución al Fisco y librarse de todos los impuestos). Por lo tanto, esa doctrina económica tenía que ser eliminada”
Gaffney Mason [The Corruption of Economics, Masson Gaffney & Fred Harrison, Shepheard –Walwyn, London 1994, pags 29 a163]

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