lunes, 12 de diciembre de 2016

EN POLITICA MONETARIA Y FISCAL un simple DOS

                 

“DEUTSCHE WELLE”, en el infomativo del 7 de diciembre pasado, transmitió al mundo la calificación económico-social de nuestro país bajo el título “Argentina lucha contra la pobreza”, expresando la realidad económico-social de nuestro país.

“A causa de la pobreza, el Gobierno ha ampliado la emergencia social hasta fines del año 2019. La Cámara de Diputados con 227 votos a favor, 4 abstenciones y 1 voto en contra aprobó un paquete de medidas referidas preferentemente a la creación de puestos de trabajo. En ciertas ramas debe asegurarse un salario mínimo y suministrarse medicamentos. Promover la pequeña empresa. Argentina se encuentra en una difícil recesión económica. La tasa de pobreza llega a 32%.La inflación ha pasado en un año de 30% a 40%. El presidente liberal-conservador M.Macri que gobierna desde hace un año no ha tenido éxito alguno en la lucha contra la pobreza”.

Como argentino nos da vergüenza tal información periodística a nivel internacional, recordando que al celebrarse el Primer Centenario 1916, figurábamos en el sexto lugar en el concierto de las naciones en cuanto a reservas internacionales, según expresión de J.M.Keynes.

Cualquier habitante de este planeta no entiende como un país con tales dimensiones territoriales, con las mejores tierras, variados y benignos climas, sin problema religioso, con una población medianamente alfabetizada y homogénea, que la clase política no haya sabido implementar y ejecutar un programa socio-económico de acuerdo al Preámbulo de la Constitución Nacional de 1853, sustentable en el tiempo, sana política económica y alta productividad.

El profesor americano Robert Crassweller escribió el fracaso de la Argentina como Nación es el misterio político más grande de este siglo XX.

En las elecciones pasadas de octubre de 2015, la población votó mayoritariamente por un cambio con la esperanza que Argentina retomara la senda del progreso que abandonó hace más de 75 años sustentado en una moneda estable, esfuerzo personal y equilibrio social. Los primeros problemas  económicas del actual Gobierno fueron relativamente fáciles de resolver, ya que debíamos acatar la sentencia firme contra el país y a favor de los inversores extranjeros que no habían aceptado el canje compulsivo del anterior gobierno. Asimismo casi simultáneamente se liberó el mercado de cambios ya que la economía operaba con valores indicativos existentes en el mercado marginal y se eliminaron las retenciones a la exportaciones;  pero aquí se actúo dubitativamente lo que muestra la falta de una plena convicción de lo que corresponde hacer y se tomó la decisión de mantener un derecho de exportación del 30% sobre la soja con el compromiso de una disminución del 5% anual que no se respetó. Llama la atención que Paraguay menor productor y exportador de soja que nuestro país, sin embargo da la impresión que produce más que nosotros, lo que en realidad sucede es que la soja que exporta Paraguay es más de producción argentina a causa que los productores no están dispuestos a que el gobierno se apropie del 30% de su trabajo y a su vez se les liquide a  un dólar depreciado.



Por otra parte, el Parlamento Nacional aprobó con acuerdo de casi todos los partidos políticos un blanqueo de capitales, que, como dice muy bien el economista Monteverde, es un blanqueo  con la pistola en la espalda.

Aquí vale la pena hacer una disquisición. El 1 de abril de 1991 mediante la ley 23.928 de Convertibilidad el Ministro de Economía Dr. Domingo Cavallo estableció una relación 1:1 (peso/dólar), que funcionó muy bien en el período abril 1991 hasta 1995/96 en que los argentinos y extranjeros invirtieron sus capitales en el país sin necesidad de recurrir a blanqueo alguno, creciendo el  producto bruto interno un 60% a lo largo de la década. Pero el Presidente Menem, como buen argentino, decidió permanecer en el poder para lo cual fue necesario reformar la Constitución Nacional a los efectos de modificar el período presidencial para lo cual se firmó el mal habido “Pacto de Olivos” con el Dr. Ricardo Alfonsin, quien como contraprestación exigió el nombramiento de un tercer senador, la creación de la J de G de Ministros, la AGN, el C.de la M. y otras instituciones menores. Todo eso, a su vez, los gobernadores siguieron el mismo método de gestión.

La segunda etapa de la década de los 90, se inició con la presencia del Dr. Roque Fernández como Ministro de Economía y el nuevo presupuesto aprobado para el ejercicio 1997, a diferencia de los anteriores presupuestos más o menos ordenados en cuanto a su escaso déficit y financiamiento, se pasó a un deficit de 16.000 millones de dólares anuales producto de las reformas introducidas en la CN, mientras que en el tercer período bajo el Gobierno de la Rúa y su Ministro de Economía Machinea, el déficit  pasó a 31.000 millones de dólares, momento en que las entidades financieras internacionales (banca privada) nos sacó tarjeta roja, es decir éstos no tienen capacidad de pago. A continuación la Asamblea Legislativa aplaudió y celebró el no pago de la deuda. La Argentina entró en default y mediante confusos días el Dr. Eduardo Duhalde fue designado Presidente de la Nación y Ministro de Economía el Lic. Remes Levnicov, que en primera instancia  llevó la cotización oficial del dólar a 1.40 $/D pensando que a ése valor los argentinos se desprenderían rápidamente de sus tenencias en dólares. Suponemos que esa medida se debió a que en los ámbitos académicos se discutía que el peso estaba sobrevaluado en un 18/20% (Tesis del Dr. Buscaglia). Craso error y falta de sentido; la economía es prima hermana de la psicología y no de la matemática. La población observó que se había destruido el orden jurídico-económico del país con la rotura de los contratos con los concesionarios de los servicios públicos, el congelamiento de las tarifas públicas, el no pago de la deuda pública, la pesificación de las deudas en moneda extranjera con lo cual la deuda del sector público nacional se redujo a apenas a  4.000 millones y de esta manera borrón y cuenta nueva. Asume el Dr.Roberto Lavagna como Ministro de Economía y la economía comienza a ordenarse y crecer por varias razones. En primer lugar, existía una gran capacidad ociosa empresaria y servicios públicos en calidad y cantidad debido a las inversiones realizadas en la década de los 90 y además no se pagaba la deuda externa. Las tarifas estaban congeladas. Las deudas en dólares se pesificaron. No fue un estricto crecimiento, fue más bien un crecimiento “a la criolla”, ya que dejamos de pagar muchísimas obligaciones. Todo esto es necesario tenerlo presente hoy en día.

Retomemos la gestión económica del actual Gobierno. La primera medida importante que enfrentaba el Gobierno donde debía mostrar su capacidad técnica fue el tema de las tarifas de agua, electricidad y gas, congeladas desde hacía 15 años. Los que conocemos el tema suponíamos que se establecería un régimen tarifario que cubriera los gastos operatativos y de inversión de las empresas con un margen de rentabilidad a los efectos de atraer a los ex concesionarios y se diseñaría una verdadera tarifa de contenido económica, eliminando absurdas cargas impositivas, fondos educativos, fondos para Santa Cruz, etc. Se establecería un plan por regiones y formas alternativas de financiamiento después de tantos años de absurda política tarifaria. Sinceramente fue un mamarracho, un verdadero desorden, contradicciones, marchas y contramarchas y actualmente después de recibir un incremento del 600% se siguen recibiendo boletas con la leyenda “Consumo con subsidio del Gobierno Nacional”.

El tema tarifas es un tema de economistas y no de ingenieros químicos. No dejamos de reconocer la valentía en otros momentos y la honestidad del actual Ministro de Energía.. Quizás posiblemente sea un excelente Presidente de YPF como lo fue en su época Estensoro, que transformó a YPF en una empresa eficiente a nivel internacional. Se mostró falta de experiencia y desconocimiento del tema. Sencillamente una lamentable expresión de desconocimiento sobre cómo encarar la solución del problema.

El siguiente  tema fue el Proyecto de Presupuesto ejercicio 2017 que se presento en forma el  15 de setiembre de 2016, para lo cual se esperaba un cambio profundo en todos  sus aspectos ya que el presupuesto es el plan de gobierno en cifras o el barómetro que mide el grado de sensatez de una sociedad (J. B. Alberdi). Sin embargo, es peor que el que rigió hasta ahora en cuanto a su estructura (exactamente la misma que existía en el ejercicio anterior). Es decir hay un presupuesto para la Administración Nacional y otro presupuesto compuesto de”Los Otros entes del sector público nacional” (16 Fondos fiduciarios, 31 Empresas y Sociedades del sector público nacional, y “Otros entes” (AFIP, INCAA, INSSJP, Obra Social F. A y S.) que no forman parte del presupuesto.

Es decir, 935.000 millones de pesos más 52.000 millones transferidos a las Universidades Nacionales que figuran en el artículo 12 del texto de la Ley, que no forman parte del Presupuesto de la Administración Nacional. Moralejano hay control, ineficiencia y discrecionalidad en el manejo y gestión.

Las variables macroeconómicas estimadas son poco “realistas”. El tipo de cambio se estima en 17,92 para todo el año 2017 cuando ya en los primeros días de diciembre estamos en 16,30 $/D. La inflación estimada está entre 12 y 17% para todo el ejercicio y el año 2016 cierra con valores del 39/40% anual. Quizás Mandrake sepa como pasar de 40% a 12-17%. La presión tributaria aumentó de 25,03 a 25,97% lo que es falsa, ya que debería estimarse una presión global a nivel de país que actualmente gira en t orno de 52/54%, La Cuenta Ahorro-Inversión-Financiamiento muestra un déficit de 480.801 millones de pesos, o sea, un 4,93% del PBI, que sumado al deficit cuasi fiscal (operatoria del BCRA) va a pasar holgadamente el déficit proyectado.

Los beneficiarios que reciben subsidios a través de la Anses durante para el año 2017 alcanza a 25.964.130 de personas (20% más que el año 2016). Si a esto le sumamos 4,2 millones de empleados públicos nacionales, provinciales y municipales de baja productividad llegamos a que más de 30 millones de argentinos viven del Estado, lo que hace inviable no sólo cualquier intento de crecimiento económico sino hace imposible el bienestar social, político y cultural de cualquier país. No hay magia.

El endeudamiento público medido por su fuente de financiamiento llega al límite de 1.727.248 millones de pesos para cubrir parte de la necesidad de financiamiento. El stock de Lebac (títulos del BCRA) a noviembre de este año alcanza a 702.274 millones equivalente a la base monetaria de 718.872 millones.

En el presupuesto de 2016 y anteriores con la descripción de cada programa, subprograma y proyecto se señalaba la cantidad de cargos. Actualmente en el presupuesto 2017 se suprimió esa útil información y se la remplazó por un artículo 6 del texto de la ley que menciona la cantidad de 390.742 agentes en planta permanente y transitoria. Se agrega el concepto de horas de cátedra por 302.139, que, como lo diría el viejo Vizcacha se pueda traducir horas cátedras para disimuladamente terminar contratando más personal

Esta breve descripción del presupuesto 2017 no sólo responsabiliza al Poder Ejecutivo Nacional sino también a la Cámara de Diputados y Senadores de la Nación por no haber realizado una verdadera revolución copernicana en ese valioso documento de política y administración fiscal, .si realmente se quiere salir de la encrucijada en que se encuentra el país. Nada nuevo bajo el sol.

Finalmente, la semana pasada, el Poder Ejecutivo Nacional envió a regañadientes el Proyecto de modificación del Impuesto a las Ganancias, manifestando que hacia un gran esfuerzo y que sólo se debía considerar a 3% de la población. En realidad el Gobierno no hace ningún esfuerzo el esfuerzo lo realizan los contribuyentes. A su vez la oposición presentó su proyecto que finalmente salió aprobado por la Cámara para ser tratado en la Cámara de Senadores para su consideración. En general, el proyecto de la oposición presenta la misma filosofía que el proyecto del Poder Ejecutivo Nacional, ya que sostiene que a  los efectos de que el Poder Ejecutivo Nacional no pierda recursos a consecuencia de la modificación del IG, se crearán tres nuevos impuestos: al juego, a la minería y a los activos financieros, lo que despertó la ira oficial con argumentos débiles, como por ejemplo, que los legisladores que presentaron ese proyecto alternativo durante años no hicieron nada para modificar el IG, que el diseño de los impuestos ha crearse era insostenible, que para los tributaristas lo consideraban un disparate, que en el fondo existía un efecto electoral, mientras que por nuestra parte pensamos que posiblemente algunos legisladores actuaron de una manera hipócrita.

Lo que cabe destacar que la oposición en ningún momento pensó en bajar la nefasta presión tributaria existente, ya que pretende crear tres nuevos impuestos a los ya existentes. Tampoco en ningún momento ofreció como compensación bajar el gasto público. En segundo lugar, como sucede en política económica toda modificación produce efectos secundarios. El impuesto a la minería tendrá sus efectos en el programa político y económico de cada provincia minera, también sobre las empresas mineras y quizás se produzca una mayor desocupación en la actividad. En cuanto el impuesto a la renta financiera aquí existe una verdadera ignorancia o mala fe. Si un país está sometido a una inflación anual del 40% y la tasa de interés promedio que pagan las instituciones bancarias o financieras está en el 25%, evidentemente la renta financiera es “negativa”. Es decir, 100 pesos colocados a 1 año me devolverán 125 pesos pero como la inflación es 40% el saldo neto es que mi capital original de 100 $ a fin de año se ha transformado en 85 pesos a los que habrá que descontar además la tasa del impuesto. Dónde esta la renta financiera? En este caso el fruto de mi capital se ha transferido como subsidio otorgado a alguien. Posiblemente al Estado. Por favor, leer un buen texto de economía!

Finalmente, pondremos en política monetaria y fiscal una nota a todos los funcionarios que participan en el diseño de esta política y administración fiscal:Poder Ejecutivo Nacional y Parlamento Nacional: un simple DOS.

En cuanto al Señor Presidente de la Nación, con el mayor respeto, le recordamos que el Presidente Obama gobernó a Estados Unidos, que no es Argentina, con la Cámara de Representantes en contra, pero eso no lo inhibió para gestionar su programa de Gobierno. El Señor Presidente cuenta en el presupuesto 2107 con un crédito por 2.363.619.870.574 de pesos (trillones o millones de millones) que puede asignar, reducir, eliminar, transferir, modificar 356 Programas y Subprogramas, 912 Actividades, 312 Proyectos, “Otros Entes”, 64 Organismos Descentralizados, 31 Empresas y sociedades del Estado Nacional. 16 Fondos Fiduciarios.

Es decir, analizar y estudiar la estructura de la Administración del Sector Público Nacional en cuanto a si cumple los objetivos que significó su creación y de que manera pueden eliminarse, reducir sus gastos, mejorar la eficiencia y eficacia en la prestación de los servicios sin afectar las misiones y funciones de las diversas jurisdicciones y entidades. Por ejemplo con una reducción de apenas el 10/20% del gasto inútil existente en Estado se reduce el gasto en 23.636 millones ó 47.272 millones de pesos.

La ineficiencia en la mala asignación de los recursos y gastos es enorme en la administración pública (uso de vehículos, espacios físicos, telefonía, bienes y servicios, electricidad, gas, agua, personal, papelerío, etc.). Por supuesto, existe una fuerte restricción: Cuenta el Gobierno con profesionales expertos en economía fiscal (como en existen en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Holanda, Nueva Zelanda, Australia, Dinamarca, Japón, Gran Bretaña, Singapur) para llevar adelante ese Programa? Creo que NO porque el país no los tiene-Los podemos contar con los dedos de la mano y quizás me sobre algún dedo.

Por ejemplo, se suelen hacer entrevistar en programas de televisión, en el periodismo escrito, en ámbitos académicos, consejos profesionales a tributaristas sobre esos temas que hemos comentado brevemente. Con el afecto y respeto que tengo por muchos de ellos, no son economistas fiscales como han sido o son Horacio Nuñez Miñana, Richard Musgrave. Joseph Stiglitz, Enrique Fuentes Quintana, H.C.Recktenwald, James Buchanan, Zimmerman, Henke y otros tantos, sino contadores públicos que se han especializado profesionalmente en la técnica y legislación impositiva (leyes, decretos, disposiciones, instructivos, aplicativos que proviene especialmente de la AFIP, jurisprudencia), cumpliendo diferente función según su ubicación profesional. Los que trabajan en relación de dependencia o como asesores de la AFIP y otros entes recaudatorios tratan de escudriñar al máximo las normas como para acorralar al contribuyente en sus obligaciones impositivas, mientras que aquellos que trabajan como asesores impositivos independientes,  tienen estudios para el asesoramiento jurídico-impositivo de sus clientes. Mediante procedimientos de elusión tratan que sus clientes sufran la menor carga impositiva de este régimen que nos gobierna, verdadera “galimatía normativa” al decir del profesor Margariti o “manicomio impositvo” al decir del profesor Casás.

En cuanto a la tarea del economista fiscal su universo es completamente distinto. Basta con consultar los tratados de Joseph Stigliz, Horacio Nuñez Miñana, James Buchanan, H.C.Recktenwald, Enrique Fuentes Quintana, Richard Musgrave, Fred Harrison, Zimmermann/Henke y tantos otros existentes en el Mundo Occidental. La temática o contenido de lo que se conoce como finanzas públicas, hacienda pública o más modernamente economía del sector público. En los países nórdicos se habla de ”economía pública o“economía del Estado”.

“La economía pública o del Estado”desarrolla la teoría y estructura de bienes públicos que demanda la sociedad ya sea a nivel local, estadual y nacional, atender cierta redistribución que permita mejorar la equidad entre los ciudadanos del país. En el orden impositivo deberá coadyuvar a los objetivos de la política de corto plazo (nivel de precios, plena ocupación del empleo y equilibrio del sector externo). Asimismo, se debe tener en cuenta la política de desarrollo en el aspecto económico-social referida al crecimiento global  de la economía, al desarrollo regional, al uso racional de los factores productivos, la calidad del medio ambiente, condiciones laborales y la seguridad.

Por otra parte, forma parte de la temática de los economistas fiscales, tan importante como lo que hemos comentado en el párrafo anterior, diseñar e implementar un orden tributario (no sólo impositivo) que permita el financiamiento de las funciones comentadas, sino también su mayor economicidad en el uso para lo cual se requiere encarar el estudio de la organización eficiente del Estado en cuanto a definir funciones, recursos y gastos interjurisdiccionales y de cada unidad político-territorial: Nación, Provincias y Municipios. Temas de federalismo económico y no meramente federalismo fiscal.

Last but not least, no podemos dejar de mencionar algunos tópicos que deben encararse urgentemente a nivel Gobierno a los efectos de evitar las conocidas turbulencias que producen los excesos en el endeudamientos o los deficits fiscales, que hacen no sólo insostenibles la política monetaria y cambiaria sino la ingobernabilidad . Temas de estudio: 1. Ordenamiento territorial y reforma administrativa. 2. Federalismo económico. 3. Planificación de las finanzas públicas.4.Régimen tributario actual y su derogación 5. Estructura del gasto público según la teoría de los bienes públicos.6. Sindicalismo monopólico y régimen salarial frente a la globalización económica y economía digital. 7. Recursos humanos de la administración pública. 8. Orden social y laboral en una economía globalizada con informatización industrial y de servicios. 9. Nuevos roles del Estado Nacional en un mundo integrado a espacios económicos. 10. Infraestructura y comunicaciones (autopistas, carreteras. ferrocarriles, aeropuertos, puertos, vías navegables). Temas centrales de la economía pública descuidada por las altas casas de estudio del país, tanto públicas como privadas.

Como coronamiento, dejamos expresado con toda sinceridad que no formulamos una crítica al Gobierno actual sino es una contribución académica y profesional. Hemos votado al actual Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri y lo volveremos a hacer en las elecciones de octubre del año que viene con la esperanza que la experiencia adquirida en la función actual le permita recurrir a la colaboración de aquellas personas que por sus antecedentes y experiencia en la problemática pública, sin prestar atención  de donde provengan,  de esta manera a ayudarlo a girar hacia la dirección correcta que establece el Preámbulo de la CN de 1853 que nunca debimos apartarnos de él para que de esta forma seguir el sendero del progreso económico y el bienestar para todos.
Buenos Aires, 11 de diciembre de 2016

Prof. Guillermo Sandler
Email: guillemrosandler@hotmail.com

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